miércoles, 30 de julio de 2008

Pedicura en el salón, pedicura en casa

Hace un par de días le pinté las uñas de los pies a mi señora, como mandan los cánones: primero la base, luego el esmalte de color, por último el brillo. Pero antes -me dio un poco de pena- le tuve que quitar el arreglo que Ruth (su esteticista) le había hecho en el salón; un buen trabajo, hasta con el fino detalle de una florecita en las uñas de los dedos mayores. Ruth, la esclava de mi Ama, el Ama de mi esclava.




La Gata llegó a casa con unas sandalias muy bonitas, de tirita, más bien cordón, que configuraban unas thong con sujección al tobillo. Son muy sencillas, están hechas en lona, y ya las ha usado un par de veces antes. Tenía los pies con algo de polvo de la calle, muy poco sudados, y casi, casi, sin olor. De hecho no le huelen demasiado, casi no le huelen y en ciertas ocasiones me gustaría que le olieran un poquito, un poquito más.

Vemos aquí el detalle del talón de la sandalia, que sujetándose en el tobillo evita el chancleteto. A mucha gente, a mí sin ir más lejos, les gusta y creo que hasta les excita el sonido del chancleteo; para no perturbar la paz de ánimo de ciertos fetichstas, es preferible en ciertas ocasiones desplazarse de un modo más silencioso. Por eso estamos hablando de La Gata.

Aquí se vé mejor el detalle se la florecita. La pedicura está bastante bien hecha, pero es bueno de poco tiempo en poco tiempo levantar el esmalte, limar un poco las uñas, pulirlas y, en definitiva, dejarlas respirar. Si a eso se le añaden unas largas caricias antes y un buen masaje después -mejor con crema, claro- las dos partes, la que da y la que recibe pueden quedarse muy satisfechas.

Tras quitarle las sandalias, le pasé una toallita mojada en agua caliente, y luego, otra en fría; con eso quité el polvito de la calle, y de paso hidraté un poco la piel. Ya en esta foto de detalle se ve que Ruth no estuvo especialmente cuidadosa con las cutículas, pero a La Gata le gusta el masaje y el cariño que la esteticista sabe darle. Y a mí me gusta que la Gata esté a gusto. Para eso es mi eslcava, para eso es mi señora.

He estado últimamente con algunas dificultades para subir imágenes a este blog, lo que me parece lamentable pues me gusta mucho mostrar las bellezas de La Gata y sus diferentes partes corporales; no me gusta contar cosas sin mostrarlas y demostrarlas con fotos, y creo que una entrada simplemente de texto quedaría un poco sosa.

Después de la sesión de belleza de pies terminamos -como es lógico- en la cama.

1 comentario:

sie dijo...

www.fetichismodepie.blogspot.com

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