Vientre plano, poco pecho, formas suaves y piel joven y sana. Cintura fina, caderas en su sitio, y, bueno, otros detalles (de proa y de popa) que ya han podido ser vistos en otro momento. Sí, es bueno mostrar sandalias, zapatos, pedicuras, uñas, esmaltes, pero todo se entiende mejor si se muestra el cuerpo de la dama al que pertenecen. Por respeto a mi señora, que es mi mujer, y a mi mujer, que es mi señora, no voy a incluir por el momento ni detalles más íntimos -que los tengo, y los miro en mi intimidad cuando el trabajo me aleja temporalmente de mi potrita- ni tampoco vistas de su bonito, elegante y distinguido rostro.

Lo siento, mi putita no es que sea muy tímida, pero yo sí lo soy, y la respeto porque ella se cuida para estar guapa y atractiva para mí, y de la misma manera se complace de arreglarse y pintarse y vestirse (y calzarse) como a mí me gusta. Sí, soy una persona con suerte. Y ella también, y además es más de veinte años más joven que yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario